Mucho arrastra el tiempo
en su quejumbroso sonido de impaciencia
cuando en la penosa conciencia
un susurro altera tu paz
hay que mitigar el dolor
en el esplendor del día
en el poquito de afán que nace
y nos hace soñar despiertos,
es bueno mantenerse contento
Aunque nos altere la impaciencia
porque el sonido del silencio
nos hace inmune cada día.
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